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Procedimiento Especial para Microempresas: Soluciones Legales ante la Insolvencia 

En un entorno empresarial cada vez más exigente y dinámico, las microempresas y los autónomos se enfrentan a desafíos constantes que pueden derivar en situaciones de insolvencia o dificultades financieras. La relevancia de este colectivo es indiscutible, constituyendo más del 98% del tejido empresarial español y generando una parte fundamental del empleo en nuestro país.

Precisamente por ello, la entrada en vigor del Procedimiento Concursal Especial para Microempresas constituye una respuesta ágil, sencilla y eficaz, adaptada a las necesidades y características de las pequeñas empresas y autónomos. Este procedimiento concursal está diseñado para ofrecer una salida sistemática y ordenada a los casos de insolvencia, facilitando la gestión de situaciones financieras críticas tanto para personas físicas como jurídicas.

Procedimiento Especial de Microempresas


¿Qué es el Procedimiento Especial para Microempresas?

El Procedimiento Especial para Microempresas es un instrumento jurídico diseñado para facilitar la reestructuración o la liquidación de la deuda de microempresas y autónomos que atraviesan situaciones de insolvencia actual o inminente. Su objetivo principal es proporcionar a los pequeños empresarios una solución ágil y eficaz y adaptada a sus necesidades, permitiéndoles afrontar la crisis financiera con mayores garantías y menores costes, ya sea para asegurar la continuidad de la actividad empresarial viable o, en caso contrario, para gestionar una liquidación ordenada y eficiente del negocio para que vuelva a incorporarse al sistema económico. 

Este procedimiento se encuentra regulado en el Libro Tercero del Texto Refundido de la Ley Concursal (TRLC), tras la entrada en vigor de la Ley 16/2022, de 5 de septiembre, de reforma del Texto Refundido de la Ley Concursal. Dicha reforma instauró el procedimiento especial como un régimen obligatorio y exclusivo para las microempresas, sustituyendo al concurso de acreedores y al preconcurso en estos supuestos, y adaptando el proceso a las particularidades y necesidades de las pequeñas estructuras empresariales.

La diferencia más significativa respecto al procedimiento concursal ordinario se encuentra en la tramitación del concurso, ya que el procedimiento especial simplifica notablemente los trámites y la documentación requerida, acorta los plazos procesales y limita la intervención judicial, lo que permite agilizar el proceso y reducir los costes asociados. favoreciendo así la viabilidad de las dificultades financieras de las microempresas. Todo ello favorece una salida más rápida y eficiente a las dificultades financieras de las microempresas y autónomos.

Ámbito de Aplicación

El Procedimiento Especial para Microempresas está dirigido a aquellos autónomos y empresas que cumplen con unos requisitos bien definidos, haber empleado durante el año anterior a la solicitud una media de menos de 10 trabajadores, y presentar una facturación anual inferior a 700.000 euros o un pasivo no superior a 350.000 euros, según las últimas cuentas cerradas antes de la presentación de la solicitud. Estas condiciones permiten la aplicación del procedimiento tanto a personas físicas como jurídicas que ejerzan una actividad empresarial o profesional, adaptándose así a la realidad de la pequeña empresa y el trabajo autónomo.

El ámbito subjetivo del procedimiento abarca, por tanto, a autónomos y empresas que reúnan los criterios establecidos por la ley, lo que permite que la mayoría de los pequeños negocios en España puedan acceder a este mecanismo de forma sencilla y eficiente.

En cuanto al momento de solicitud, el procedimiento puede iniciarse cuando la microempresa se encuentre en situación de insolvencia actual, insolvencia inminente o probabilidad de insolvencia:

  • Insolvencia actual: se produce cuando la microempresa ya no puede cumplir regularmente con sus obligaciones exigibles.

 

  • Insolvencia inminente: existe cuando, aunque la empresa aún esté cumpliendo con sus obligaciones, se encuentra en una situación tal que, de no adoptarse medidas, la insolvencia será inevitable en plazo próximo, generalmente en los próximos 3 meses.

 

  • Probabilidad de insolvencia: se refiere a situaciones en las que, aunque todavía no hay una insolvencia actual ni inminente, existen circunstancias que hacen previsible que la empresa pueda entrar en insolvencia si no se actúa a tiempo y se aprueba un plan de reestructuración. A diferencia de la insolvencia inminente, que mira a un plazo inmediato, la probabilidad de insolvencia contempla un periodo más extenso, de hasta dos años, permitiendo así anticiparse a la crisis y buscar soluciones antes de que la situación se torne crítica.

 

La diferencia principal entre insolvencia inminente y probabilidad de insolvencia radica en la proximidad y la certeza del riesgo financiero: la insolvencia inminente implica una certeza de que la insolvencia se producirá si no se actúa, mientras que la probabilidad de insolvencia supone un riesgo futuro, pero no inmediato ni seguro.

 

Las Fases del Procedimiento Especial: Reestructurar o Liquidar

El Procedimiento Especial para Microempresas se estructura en dos fases principales, cada una orientada a dar respuesta a las diferentes situaciones que pueden atravesar las pequeñas empresas en dificultades financieras.

Fase de Reestructuración

En primer lugar, la fase de reestructuración tiene como objetivo principal alcanzar un acuerdo con los acreedores que permita la continuidad de la actividad empresarial. Para ello, el procedimiento recurre a herramientas como los planes de reestructuración simplificados y la negociación directa entre el empresario y sus acreedores. Esta fase busca evitar la liquidación de la empresa y preservar los puestos de trabajo, facilitando así la viabilidad futura del negocio y protegiendo el tejido empresarial y laboral de nuestro país. 

La negociación directa y los planes simplificados permiten una gestión más ágil y adaptada a la realidad de las microempresas, lo que resulta fundamental para afrontar situaciones de crisis con mayores garantías de éxito.

En este contexto, cobran especial importancia los planes de continuación, dirigidos a personas físicas que trabajan por cuenta propia y desean evitar la liquidación total de sus bienes. El plan de continuación funciona de manera similar a los planes de pagos recogidos en el Libro I del TRLC, permitiendo que el deudor continúe ejerciendo su actividad profesional sin tener que liquidar la totalidad de sus bienes. Para ello, basta con que el deudor proponga y cumpla con un plan de continuación previamente aprobado.

Fase de Liquidación

En caso de que la reestructuración no sea posible o no se logre un acuerdo satisfactorio, el procedimiento aborda la fase de liquidación. En esta etapa, el objetivo es llevar a cabo el cierre ordenado de la empresa y la satisfacción de los acreedores mediante la venta de activos y el cese de la actividad. Los trámites en esta fase se simplifican y agilizan, facilitando la gestión y reduciendo los plazos y costes asociados. Además, para el empresario persona física, la figura de la exoneración del pasivo insatisfecho (EPI) adquiere especial relevancia, ya que le permite reiniciar su actividad profesional sin cargas de deudas impagadas y reiniciar su actividad otorgándole una segunda oportunidad fundamental para su futuro profesional.

Ambas fases están diseñadas para proporcionar soluciones ágiles y eficaces a las microempresas, adaptándose a sus necesidades y facilitando su recuperación o una salida ordenada del mercado.

Acompañamiento Experto en Cada Fase del Procedimiento para Microempresas

Contar con Click Iure en el desarrollo del Procedimiento Especial para Microempresas supone una ventaja diferencial puesto que la firma destaca por su amplia experiencia y especialización en este tipo de procedimiento, lo que garantiza un conocimiento profundo de la normativa vigente y de las particularidades tanto jurídicas como prácticas que caracterizan los casos de microempresas. Este bagaje nos capacita para ofrecer soluciones eficientes y a medida, evitando errores frecuentes y maximizando las posibilidades de éxito de cada proceso.

En Click Iure proporcionamos un asesoramiento integral y acompañamiento en todas las fases del procedimiento, desde el análisis inicial de la situación hasta la gestión de la reestructuración o la liquidación. Nuestro apoyo continuo y cercano asegura que el colaborador comprenda cada paso, tome decisiones informadas y puedan afrontar el proceso con mayor confianza y tranquilidad.

Por último, la gestión online y simplificada que ofrece Click Iure facilita la coordinación y tramitación desde cualquier lugar, permitiendo la presentación de documentación, la comunicación con nuestro equipo y el seguimiento del expediente de manera ágil y flexible. Este enfoque digital contribuye a que el procedimiento resulte menos complejo y más accesible para los despachos, adaptándose a las necesidades de quienes requieren servicios profesionales especializados en situaciones de insolvencia de microempresas y autónomos.